¡Decídete! Los siete consejos para crear un buen nombre para tu empresa

El nombre de una marca es uno de los elementos más importantes de una estrategia de marketing. Tiene un gran poder y en torno a él giran otros componentes del branding como el logo. ¡Elígelo bien y triunfarás!

El proceso de naming de una empresa no es nada sencillo. Y el que diga lo contrario, miente. Siempre ronda la sensación de que los mejores nombres ya están ocupados.

Dar con el nombre idóneo, que transmita los valores de la marca deseados y que, además, sea memorable, atemporal y fácil de pronunciar -entre otros factores-, es una especie de encaje de bolillos.

Pero si otras compañías lo han conseguido, ¿por qué tú no? 😉 Eso sí, para lograrlo, deberás dar el 100% de tu energía:

  • Dedica el tiempo que sea necesario.
  • Apunta cada una de las ideas que te vengan a la cabeza.
  • Piensa, piensa y vuelve a pensar. Estrújate los sesos. Échale ganas y paciencia.

Te lo estás jugando todo: el éxito o el fracaso de tu empresa.

Y como de fracaso no queremos ni oír hablar…, aquí va un empujoncito doble para ayudarte a alcanzar la cresta de la ola con ese negocio que estás creando y que aún está por bautizar.

¡Comenzamos!

1. Lo breve y bueno, dos veces bueno

Tiramos del extenso refranero español para este primer consejo. Lo que se pretende es que la gente reconozca el nombre fácilmente. Por lo tanto, la extensión es determinante.

Lo recomendable es que el nombre de una marca tenga entre 1 y 3 palabras, más no. Pero si puede ser una, mejor que mejor.

Truco

Para saber si un nombre se recuerda o no, selecciona a varias personas de tu entorno, y pídeles que lean tres posibles opciones de naming. Pasada media hora, pregunta a estas personas por los nombres, para ver cuál es el que recuerdan. Vuelve a preguntarles al día siguiente. Este ejercicio te orientará y ayudará a tomar una decisión.

2. Repite una y otra vez el nombre en voz alta

¿Te suena bien? Entonces es buena señal. Piensa, por ejemplo, en esa canción en inglés que escuchas en la radio y que no entiendes ni ‘papa’, pero que te gusta por su ritmo, su melodía…

«El nombre de una marca tiene que sonar bien en voz alta.»

De igual modo, intenta no pasarte de moderno seleccionando nombres que se salten letras o, incluso, palabras como es el caso de Flickr, que juega en otra liga.

Es mejor que te centres en poner todas las facilidades del mundo a tus clientes potenciales para que te encuentren y sepan pronunciar tu nombre sin tener que hacer un cursillo previo.

Truco

Grita el nombre hasta la saciedad, sin miedo, para asegurarte de que no se cae en vicios del lenguaje como cacofonías -repetición de sonidos- o similares.

3. Las modas son eso, modas

Y un nombre es para siempre. Lo que te interesa es que tu nombre de marca que no vaya asociado con algo que sea un ‘boom’ en un determinado momento y que el día de mañana caiga en el olvido colectivo o se asocie a «malos tiempos».

Truco

Existen tantas grandes empresas -nacionales e internacionales- con una larga trayectoria en las que fijarse, que se pueden ‘estudiar’, ver qué tienen en común sus nombres, captar la idea y adaptarla a la realidad concreta de cada uno: Apple, Microsoft…

Hay que apostar por un posicionamiento a largo plazo, a no ser que crees una empresa con fecha de caducidad únicamente para aprovechar el tirón de un producto o servicio que está de moda.

4. De fuera a dentro, y no al revés

Los valores y filosofía de la empresa tienen que estar presentes en el nombre, al igual que los atributos de sus productos o servicios.

Si en tu negocio apuestas por lo tradicional, los detalles, la atención y producción personalizada…, olvídate de un nombre de marca que haga referencia a la producción en cadena, a la rapidez…

Truco

Todos tenemos el instinto natural de asociar conceptos, de relacionar…, ¡aprovéchalo!

5. Analiza el sector en el que te mueves y diferénciate

Repasa los nombres de otras empresas de tu mismo sector, de tu competencia directa. Investiga cómo trabajan y se posicionan. Una vez que lo tengas, el siguiente paso será la diferenciación.

Truco

¿Qué valor añadido vas a aportar a los clientes? Hazte esta pregunta, es clave. El nombre delimita tu producto y el de tus competidores

6. Las iniciales, si puedes, evítalas

Ok. Es cierto que existen marcas que han posicionado -y bien- sus nombres formados a base de siglas. Pero la realidad es que este tipo de nombres son menos atractivos y más difíciles de recordar.

A la hora de crear una empresa nueva, pequeña y que va a operar en el ámbito nacional, no te compliques y ten siempre en mente al público al que te vas a dirigir durante el proceso de naming.

No obstante, si tienes claro que lo que quieres es un nombre con siglas, adelante, pero intenta que se puedan leer.

Truco

Prepara unas cuantas combinaciones y pregunta a posibles clientes qué les parecen, si les dicen algo esas siglas, a qué les recuerdan…

7. El nombre: mucho más que una palabra

El nombre de un negocio no se reduce únicamente a la palabra o conjunto de palabras que lo representan. No.

El nombre también es el color, la forma, la tipografía… En definitiva, es la IDENTIDAD VISUAL de tu compañía. Tenlo muuuuuy en cuenta.

Truco

Cuando hayas pensando en varios nombres, varias posibilidades, no dudes en acudir a un experto en imagen y comunicación corporativa para que capte la idea y la plasme en un logo.

Por cierto, ¿sabes que existen herramientas online generadoras de nombres para empresas que, al igual que estos 7 consejos, pueden resultar muy útiles?

Oh, claro, no es lo mismo que la inversión de horas y creatividad de todo un equipo pero… siempre te pueden sacar de un apuro (aunque años después te toque cambiar el nombre, pero eso es otro post).

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