Diseño de logos: claves para tener la marca perfecta
Diseño Gráfico e Ilustración
El diseño de logos no es pintar cuatro rayas de colores; tampoco lo es esa idea mágica que se te ha ocurrido a las 4 de la madrugada. Ni siquiera ese boceto que tu primo o cuñado el arquitecto te hizo durante la comida familiar del domingo. Por no hablar de los generadores de logos que puedes encontrar fácilmente en internet…
Para diseñar logos –simplificaremos el artículo y llamaremos a todo logo, aunque sabemos que no todas las representaciones visuales son logotipos– se necesita visión de conjunto y tener en cuenta aspectos tan vitales para la marca como el naming y el branding. A menos que tú o tu primo-cuñado-sobrino seáis diseñadores, mejor confiar en expertos que puedan aportar soluciones creativas y que te ayuden a posicionar tu negocio como quieres que esté.
Entonces, vamos a acercarnos a unos cuantos aspectos que se tienen en cuenta a la hora de diseñar el logo de un negocio.
El logo como parte del branding de la marcaDesarrollo de naming, antes que diseño de logoMenos es más, una lección de vidaNo existe un botón para “hacerlo como Netflix”El profesional (casi) siempre tiene la razón
El logo como parte del branding de la marca
El desarrollo de la imagen corporativa de una empresa es solo una parte, importante, sí, pero solo un escalón para construir toda la identidad de la marca.
Branding es todo: desde el nombre hasta la representación de la empresa en un sobre, o la impresión de flyers y camisetas para una feria. Es decir, branding es el proceso creativo para diseñar, construir y definir una marca. Gracias a él, se definen los aspectos más generales, como la elección del nombre y el diseño del logo, y establece hasta el más mínimo detalle, como por ejemplo, el tono que debe emplearse a la hora de comunicarnos de forma efectiva con el target.
Por tanto, hablar de branding no es solo hablar de diseño, sino que engloba conceptos más profundos como los valores, la identidad y la personalidad de la marca.
Por todos estos motivos, no es buena idea construir la casa por el tejado, es decir, empezar a diseñar el logo como punto de partida para generar el branding de tu empresa.
Desarrollo de naming, antes que diseño de logo
Sí, el nombre de una marca va antes que el diseño del logo. Siempre. No tiene sentido que sea de otra manera. Por muchas razones:
- El nombre da pie a un diseño que se ajuste a la perfección, y no al revés.
- Un buen naming define un buen diseño; sirve de inspiración y es fuente de ideas.
- No se puede desarrollar un nombre de marca en base a un diseño, ya que este condicionaría el propio ejercicio de naming.
Esto no significa que el nombre sea más importante que el logo, ambos se complementan y se dan fuerza entre sí para hacer que tu marca sea reconocida. Sin embargo, se debe establecer un orden lógico de pasos para que el desarrollo de la identidad corporativa, en su sentido más amplio, sea un éxito, comunique los valores de la empresa y la haga reconocible frente a tu competencia para, claro está, vender más.
Menos es más, una lección de vida
Ante la duda, deja que este dicho guíe tu decisión. A decir verdad, más que un dicho, es una declaración de intenciones en toda regla. Y en diseño gráfico, y en general en todo trabajo creativo, esta regla impera en muchas decisiones.
El logo de tu empresa no puede tener muchos colores, muchas formas y muchas ideas. No porque el diseñador no quiera desarrollarlo, sino porque eso no va a quedar bien en ningún sitio. Puede que te haga ser reconocido, pero por lo feo y poco funcional que es. Y nadie quiere ser reconocido de forma negativa, ¿no?
Por lo tanto, un buen profesional del diseño tenderá a crear una imagen para representar tu marca en base a una premisas generales:
- Buscará lo icónico: unas formas simples se recuerdan mejor, por lo tanto la identidad será más efectiva.
- Representará un concepto: un logo complejo no funciona. Es inviable hacer un símbolo con muchos elementos que representen muchos conceptos y que, a su vez, sea manejable y reconocible. De de ahí lo de ‘menos es más’.
- Tendrá una visión de conjunto: branding, que se llama. Es decir, no solo va a diseñar para que tu logo quede ideal en el perfil de Twitter. El buen diseñador va más allá y desarrolla un manual de identidad corporativa, con diferentes aplicaciones donde tu marca puede estar representada. Esta es la guía para que, si tu negocio escala, tu marca tenga unas bases consistentes.
- Será para toda la vida: el profesional diseña teniendo en cuenta que ese logo no se va a cambiar cada dos por tres. A lo largo del tiempo puede sufrir un rediseño para adaptarse a los nuevos tiempos, pero la base estará presente. Un ejemplo que nos encanta es el rediseño de Correos, que puedes ver aquí.
No existe un botón para “hacerlo como Netflix”
Es una verdad que hay que decir más. No existe, hasta la fecha, ningún botón en Windows ni Mac que, por arte de magia, convierta las cosas a Netflix.
Por lo tanto, no es ni útil ni práctico exigir a la agencia de diseño que te haga un logo como el del gigante de series en streaming (o cualquier otra gran empresa). Más cuando, en muchos casos, el presupuesto que se maneja es bajo. Porque, ma’ friend, el buen diseño no es barato.
Sorrys.
Claro que vemos por dónde van los clientes cuando quieren ‘algo como [Amazon, Apple, Netflix…]’: Quieren una identidad reconocible por todo el mundo, bonita y estética pero, para llegar a eso, ha habido un proceso detrás que no todo el mundo es capaz de reconocer. Y, para ser francos, las identidades de todas estas marcas no han sido siempre así, sino que a lo largo de su historia han ido adaptándose para convertirse en lo que son hoy en día.
El profesional (casi) siempre tiene la razón
Está un poco feo que lo digamos nosotros, y aún pareciendo narcisista el comentario, hay que dejar a los profesionales hacer.
Es algo que ocurre con bastante frecuencia en los trabajos creativos. Es muy fácil caer en el típico “me gusta-no me gusta” como razón de peso para aceptar o rechazar el trabajo de un profesional.
Sintiéndolo mucho, y aunque nos ganemos unas cuantas puñaladitas, el ‘gustar’ no es un argumento de peso para rechazar el trabajo de un equipo de diseño y branding. Es algo que tienes que valorar y evaluar desde una perspectiva diferente: son un equipo de profesionales y te tienes que fiar de su trabajo. Puedes sugerir, comentar o, si te proponen una locura, negarte porque no se alinee a tu negocio, pero el trabajo estará hecho y las opiniones tendrán que tener una perspectiva de negocio, no de “me gusta”.
La agencia creativa a la que le has pedido presupuesto te pasará dos propuestas –o las que hayáis acordado– y tienes que elegir la que mejor te encaje, aceptándolas o rechazándolas argumentando tu postura. Y los profesionales te explicarán con gusto todo lo que no entiendas.
Decir “no me gusta” como sentencia final sobre el trabajo de un creativo es no respetar su trabajo. Te ha presentado una propuesta en la que, si se ha hecho bien, se ha empleado tiempo, se ha discutido e investigado. Es un proceso, contrastado, que trata de crear una marca para una empresa. Y eso, en ocasiones, no tiene porqué gustarte del todo a ti. Tiene que gustar a tu público.
Así, como ves, el diseño de logos que estén alineados con toda la estrategia de branding de una marca, no es tarea sencilla. Son muchos los aspectos y elementos que se tienen en cuenta para diseñar el símbolo gráfico que identificará a una empresa, un elemento que, sin lugar a dudas, comunica y dice mucho sobre la personalidad de la marca, su identidad y sus valores.
Y entonces… ¿Crees que volverás a fijarte en los logos de las marcas de la misma manera? ;=)