Historia de la publicidad V: La publicidad en la era televisiva
Publicidad y Empresas
Señores y señoras os presentamos la increíble experiencia de la imagen en movimiento en la comodidad de su hogar. Y, entremedias, unos anuncios.
¿Os imagináis qué emoción?
Si ya nos hacía pum-pum el corazón cuando jubilamos la tele de culo de nuestra casa por una plana de un porrón de pulgadas 4k e imagen hiperultrasupermegaaltadefinición, imaginaros cómo debería ser pasar de no haber visto una televisión en nuestra vida a ¡tachán! tener un nuevo amigo incondicional en el salón.
Y digo amigo porque, vamos a ver, no te escucha mucho, pero te ayuda a no pensar, a reír, a pasar el brazo por encima del hombro – guiño, guiño -, o a hacer callar a tu madre – shhh ¡que no oigo las noticias!
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Este post pertenece a una serie de artículos sobre la Historia de la Publicidad. Puedes leer la anterior entrega aquí.
Los primeros anuncios
Si la imprenta fue revolucionaria, la televisión también supuso un gran impacto en la vida cotidiana de la época. Por primera vez, miles de personas podrían ver un acontecimiento al mismo tiempo.
Las primeras retransmisiones experimentales tuvieron lugar en EEUU en 1928 desde la estación experimental W3KX, aunque no sería hasta 1929 cuando la BBC (British Broadcasting Corporation) aseguró un servicio regular de transmisiones de imágenes -sin audio hasta un año más tarde-, aunque no creía mucho en este “invento”.
¿A quién le va a interesar ver imágenes en su casa?
Pronto cambiaría de opinión cuando en 1932 ya se habían vendido más de 10.000 televisores y la cifra crecía exponencialmente.
Los anuncios también sufrieron una auténtica revolución: surgen más anunciantes, más agencias de publicidad y la necesidad de adaptarse a un medio que era capaz de modificar los hábitos de los espectadores.
¿Quién fue la empresa pionera en anunciarse en televisión?
Es probable que hoy pensáramos en Coca-Cola, por eso de ser muchas veces el primer anuncio del año, pero sería una marca de joyería, Bulova.
El 1 de julio de 1941 haría historia anunciándose en mitad de un partido entre los Brooklyn Dodgers y los Philadelphia Phillies.
La evolución del Spot
Este primer anuncio era simple, una imagen con voz en off. Nada que ver con las producciones de anuncios de unos años más tarde y que aún nos sorprenden hoy en día.
Un director, un presupuesto abultado, una historia, actores, actrices, efectos especiales… Al principio tenía muy poco que ver con lo que hoy nos imaginamos que es un anuncio en televisión.
La evolución de la publicidad en la tele seguiría un poco a la de la radio y se plantearía en un primer momento como patrocinios de los programas, pero lo que de verdad triunfó fue el spot: era más barato, los anunciantes no imponían sus criterios como patrocinadores del programa y además los pequeños mensajes daban más rentabilidad.
Así que los resultados fueron anuncios y más anuncios…
Las cadenas organizan libremente sus emisiones hasta que llegó su regulación. Se firman acuerdos para hacer compatibles los derechos de todos los implicados: cadenas, anunciantes y espectadores.
El boom había empezado: la inversión en publicidad televisiva crecía ante la mirada melancólica de otros medios como la radio, revistas o el cine que veían bajar sus presupuestos.
¿No os suena de algo que estamos viendo día a día al respecto de la inversión televisiva vs la digital?
Desde ese 1 de julio de 1941 que se transmitió el primer spot, la estética, la narrativa y los recursos fueron cambiando hasta que en 1984 se emitió uno de los mejores anuncios televisivos de la historia a manos de Apple en el descanso de la Super Bowl.
Aparece por primera vez en la pequeña pantalla lo que hoy denominaríamos storytelling. Ya no se describe un producto, se empieza a narrar una historia con personajes y emociones.
Ya no se hablaba de cualidades, las marcas pasan a vender un estilo de vida en sí mismo.
Más de 60 años de anuncios en la televisión española
En octubre de 1956 comienzan las retransmisiones oficiales de la televisión española: misa, discursos oficiales, actuación de la orquesta…
No parece lo más divertido del mundo, pero en la época fue todo un ¡subidón!… Si no nos crees, pregúntale a tu abuela.
Aunque igual la pobre no lo vio porque…¡sólo 50.000 familias tenían tele en 1960!
En menos de diez años lo petó tanto que el 40% de los hogares tenían un televisor, aunque entre el 70%-80% se encontraban en Madrid, Barcelona o País Vasco y apenas un 25% se encontraban en zonas rurales.
A finales de los 60, por lo tanto, la TVE vivió una auténtica edad dorada. La publicidad no estaba limitada, no había problemas financieros y la programación competía, mano a mano, en los festivales europeos.
La publicidad de aquella época nos dice muchas cosas de cómo éramos: así vestíamos, así nos expresamos, así fumábamos…
“50 años de spots”: un documental del Canal de Historia que nos cuenta desde la nostalgia cómo han evolucionado los anuncios desde 1957, cuando TVE emitió su primer spot.
Al principios los anuncios eran sobre alimentos (en lo que invertíamos la mayor parte de nuestro presupuesto) o los primeros electrodomésticos. Estos últimos muy deseados por las amas de casa por el ahorro de tiempo que suponían (sí, hace no mucho las mujeres tenían que ir a lavar al río).
En los años 80, el debate social está en la calle.
Las campañas institucionales cobran fuerza e incluso consiguen el reconocimiento de las agencias de publicidad. La publicidad es cada vez más divulgativa e incluso empieza a generar y cambiar comportamientos.
Los creativos publicitarios españoles cotizan al alza, ganando premios a nivel internacional, con campañas que han perdurado hasta hoy y que han marcado la infancia… y la edad adulta.
Ya sabes, la gente que fue a EGB vs. la gente de la ESO.
¿Y qué pasó a partir de los 90?
Una década después, y hasta hoy, los anuncios cambian su estética: los mensajes son más conceptuales, apelan más a los sentimientos y reflejan diferentes estilos de vida.
Puede que parezca que los anuncios no hayan cambiado mucho, pero la realidad es que las redes sociales han tomado una importancia crucial a la hora de lanzar un nuevo contenido.
Ya no se hacen spots para televisión, su destino principal muchas veces es Youtube o las redes sociales y cuando ven que funciona o tiene una especial relevancia dan el salto televisivo.
El spot ya no es televisivo. El mundo off-line y on-line están empezando a romper sus fronteras. No pensamos en el canal sino en un formato.
El vídeo evoluciona para adaptarse a los distintos medios, pero siempre bajo una misma campaña. Diferentes acciones que se retroalimentan en los diferentes espacios en los que tiene lugar: la calle, el super, las redes sociales, la página web, la televisión, el cine, los showrooms. ¡Break the wall!
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