Cinco razones por las que ser sincero en el marketing de tus contenidos

El marketing (en general, no sólo el marketing en internet) no debería tratar de vender por vender. O no debería de tratarse. Se trata de establecer una relación en internet o presencial, de aprender y de crecer juntos en una dirección común. De eso debería tratarse todo este asunto de la comunicación online y del marketing de contenidos. Pero siempre hay dos opciones o dos caminos así que aquí te traemos las razones por las que debes ser sincero en la forma en que te relacionas y comunicas con el público, con tus clientes. O en la forma en que deberían hacerlo por ti.

Se pilla antes al mentiroso que al cojo.

Lo dice la sabiduría popular y no vamos a venir nosotros a enmendarle la plana al dicho. La mentira puede ayudarte momentáneamente pero en un mundo como el de internet, falsear la verdad puede durarte más bien poco. Si compras fans en Facebook, si te retwitteas a ti mismo con otras cuentas o si, simplemente, simulas ser quién no eres, tarde o temprano alguien se dará cuenta. Y lo comentará en algún lado. O te hackearán tu cuenta de Facebook, harán un pantallazo de tus estadísticas y todo al carajo. Como al de la foto de arriba.

Si te equivocas, habrá más margen de comprensión.

El error es más comprensible cuando no eres tú el que siempre se ríe del error de otro. Pero no se trata de eso. Si estableces una relación sincera con tus clientes ya sea en internet, en las redes sociales o tras el mostrador, todo será relativamente más sencillo. El marketing de contenidos de tu empresa debería ser eso: una relación fluida que desemboque en una venta no por agotamiento, sino por que lo que vendes es bueno, bonito y al precio que tiene que ser.

Compartir problemas une. Cuenta tu historia.

No saber es una oportunidad para saber. Si no sabes algo o no tienes ese producto o no puedes realizar ese servicio, dilo. Cuéntalo. Informa a tus clientes que vas a intentarlo (o no) y explícales por qué. Si la relación es buena o si lo que te piden es posible, podrán esperar a que traigas ese producto o a que mejores ese servicio. Ten en cuenta que si se identifican contigo (al nivel que sea) el marketing de contenidos deja de estar plagado de marketing y de contenidos para terminar por rellenarse con personas e historias.

Si eres así, dilo.

Piénsalo tranquilamente: si te expones a ti o a tu negocio a internet quizá pases en él el resto de tu vida. Esto te conllevará una buena cantidad de tiempo que puedes gastar tu mismo o contratar a una agencia de marketing o de publicidad, pero aún así, conllevará una inversión. ¿No compensa entonces que desde el principio seas sincero? ¿No es más fácil construir algo grande sobre una verdad que sobre media? Lo mejor que tiene internet, sin duda, es su facilidad para tener y atender a cualquier tipo de público. Tan sólo tienes que encontrar al tuyo.

Inspiración no es copia.

Uno de los primeros posts de este blog de Microbio Comunicación trataba sobre «Hacer un vídeo o copiar un vídeo«. Hablábamos de lo complicado que es crear para que luego otros se atribuyan el mérito. Pues aquí pasa algo parecido. Si quieres tener contenido en tu web muchas veces te encontrarás con que no sabes ni qué poner. Lo mejor es que tienes ante ti el terreno más fértil de la historia para la inspiración: internet.

Busca lo que quieres e inspírate. Inspirarse significa ver, aprender y modificar. No copiar. Por ejemplo, este post está inspirado en uno que vimos hace tiempo sobre la relación de las novelas con el marketing. Y de ahí surgió esto.

Para rematar, os dejamos el vídeo de ahí arriba sobre Coca Cola y su forma de crear y trabajar el marketing de esos contenidos. Una joyita ilustrada a la que, si lo veis complicado por el inglés, podéis activar los subtítulos (aunque van así así).