Febrero · 2021
¡Hola!
Esta vez la microletter no la escribe Alex si no yo, su fiel escudero y servidor, Fernando.
Alex está disfrutando de su reciente paternidad y es de recibo que se aleje un tiempo de microbio. Sin poder alejarse tampoco demasiado, claro, pero todo lo que los demás (compañeros y clientes) le permitamos.
Así que este mes me toca a mí respetar su obra.
Empiezo así porque en microbio (y en general en todas las empresas pequeñas) la ausencia alargada de ciertas personas en la organización es algo difícil de gestionar.
Te estarás preguntando porqué: es sólo una baja de paternidad, sin ningún coste sobre la ausencia de esa persona.
Fácil: el coste es la pérdida. La pérdida de un punto de vista muy particular, difícilmente reemplazable.
Se puede intentar sustituir migrando ciertas tareas a otros miembros del equipo (que es lo que hacemos), pero no va a ser igual. Algo se pierde en el proceso y los días se convierten en una especie de subsistencia hasta que esa persona regresa.
Enlazo esta introducción a modo de plot twist con un tuit que me pareció importantísimo cuando lo leí. Tan importante que quiero destacarlo frente al resto de contenido de esta newsletter:
Tenemos un problema con el feedback, culturalmente hablando 🧐
Cuando comentas a muchas personas que se puede mejorar el trabajo que han hecho (de forma muy positiva y destacando las virtudes del trabajo realizado), ves como el que toma el feedback lo recibe como un mazazo
— Corti 🚀 (@josek_net) February 7, 2021
Este acertadísimo hilo de Corti refleja muy bien uno de los principales problemas que afrontamos las empresas dedicadas en cuerpo y alma a la creatividad.
Si yo noto la ausencia de alguien de mi equipo (en este caso de Alex), es principalmente por el hecho de que hablamos mucho, nos damos feedback constante, opinamos de todo lo opinable dentro de microbio, discutimos (también mucho) y, en definitiva, somos mejores profesionales trabajando juntos.
Pero me llevo las manos a la cabeza cuando veo que no todos los que trabajan en esto (diseñadores, desarrolladores, escritores y también clientes) lo llevan tan bien. Es más, me aventuro a decir que el sector, así en general, lo lleva regular.
Vivimos días en los que “la creatividad colaborativa” es el fin común.
La pandemia ha acelerado el proceso y herramientas como Miro, Figma, cualquier tool de Google o Microsoft, empoderadas por plataformas como Discord, Twitch o la reciente Clubhouse, están transformando al fin el añejo ego de los profesionales creativos en un día a día de trabajo compartido. Compartido para que otros opinen, piensen sobre tu trabajo y te den información de valor para mejorarlo.
Es una ola que debemos surfear.
Debemos compartir más. Y escuchar mejor.
“La primera condición de un diseñador es saber escuchar”
Una cita de Alberto Corazón, vista en Quintatinta
Después de salir de Amazon en 2017, Nike alcanza un 40% de venta directa a consumidor por canal online.
Deja que esta web encuentre donde está situado el puntero de tu ratón… y disfruta de la magia
Edición y reflexiones locas: Fernando Bedmar
Diseño: Fernando Bedmar
Recopilación y copy: Carmen Álvarez