5 cosas que un sobrino nunca haría por tu empresa

Vaya este artículo en descargo de todos los sobrinos eficientes del mundo mundial. No es nuestra intención meternos con vosotros: Se puede ser sobrino de alguien y saber lo que se hace. Es más, todos somos sobrinos de alguien, o casi todos. Pero este artículo se dirige, más bien, al tio: al señor o señora que cree que cualquiera es capaz de hacer cualquier cosa así sin más por el simple hecho de «pasar mucho tiempo delante del ordenador». Por que si antaño se decía aquello de que «el hábito no hace al monje», ahora podríamos enarbolar algo parecido diciendo que el Facebook no hace al Community.

Por eso, te traemos cinco cositas, muy rápidas, muy claras, para explicarte por qué creemos sinceramente que tu sobrino (o tu primo, o tu cuñado, o tu amigo el friki) no es el tipo adecuado para hacer nada relacionado con la comunicación online y offline de tu empresa.

Un sobrino no se actualiza, lo mira por encima.

Y eso no sirve. Un profesional o cualquiera que tenga cierta estima por lo que hace, se empapará hasta que le de un síncope de aquello que tiene que hacer. Eso facilitará que con el tiempo pueda actualizarse de forma más sencilla. Y es importante por que actualmente, en un mundo tan cambiante como es el de Internet, no actualizarse supone que lo que hoy era la panacea ahora no es más que aquella herramienta obsoleta. ¿O no os acordáis de MySpace?

Saber lo que se hace.

Viene del anterior. Todos podemos cometer errores y normal que, en cualquier trabajo haya cosas que no estén como uno espera. Pero también es normal darse cuenta y tratar de subsanarlas. Y pese a que hoy en día todos miramos en foros y demás lugares de la red determinados «trucos», una cosa es eso y otra muy diferente hacer algo simplemente por hacerlo.

Buscar lo que te conviene (entre todas las posibilidades)

Hay muchas opciones. Pero que muchas. De hecho, por ejemplo, nosotros trabajamos mucho con WordPress pero eso no significa que creamos que es la mejor solución para todo: una buena programación a medida, un Drupal o una landing en HTML5 son algunas de las millones de opciones que hay para hacer lo mismo. Y cada una nos da unos puntos diferentes. Otra cosa es que sepas o puedas orientar al cliente (a tu tio) entre lo que más le conviene por su área de actividad: que si mandar una nota de prensa o crearse un perfil en Twitter que estará inactivo hasta el fin de los días.

Escribir como debe ser.

Lo de «Sujeto+Verbo+Predicado» ha hecho mucho daño. Pero que mucho. Hay formas y formas de escribir y maneras y maneras de plantear un mismo texto. Uno puede creer que todo lo que hace es bueno pero en realidad no. Nosotros, que escribimos mucho, nos hartamos de borrar párrafos enteros repletos de pruebas sin sentido. Hay veces que querer decir algo no basta para decirlo. Hay que saber contarlo.

Diseñar inteligentemente.

Y tres cuartos de lo mismo para el diseño. Ya lo hablamos en otro artículo en el blog pero no está de más volverlo a señalar: diseñar no es algo que pueda hacer cualquiera. Es más, es algo que puede hacer muy poca gente: gente que o bien ha estudiado para ello o bien se ha cultivado para hacerlo. Y ni eso hace a un buen diseñador. Hay cosas, como con la escritura, como con la vida, que te vienen dadas así como por naturaleza. Y el resto es trabajo.