Los colores del Marketing (I)
Publicidad y Empresas
En publicidad, los colores no dan igual. Son clave. Y, por eso, en Microbio analizamos las connotaciones de cada uno de ellos con la ayuda de nuestra guía de ‘Los Colores del Marketing’.
El proceso de creación de la identidad corporativa de una empresa implica tomar multitud de decisiones difíciles: desde el nombre hasta el color del logotipo.
Porque sí, amigos: en publicidad nada se deja al azar. Hasta el más mínimo detalle está mirado con lupa para que los elementos del branding al completo ‘trabajen todos a una’, y así lograr transmitir al gran público los valores de la marca.
En este contexto, los colores desempeñan una función crucial. Son capaces de despertar emociones, de provocar reacciones y sensaciones determinantes para que, finalmente, un cliente adquiera o no el producto o servicio en cuestión.
La culpa la tiene el Neuromarketing
En realidad, esto de los colores y su asociación subconsciente con situaciones, sentimientos, experiencias y demás, se ha hecho durante toda la vida.
Para darse uno cuenta de ello, basta, por ejemplo, pararse un pelín a pensar cómo instituciones tan antiguas como la Iglesia de siempre ha relacionado el color blanco con la transparencia y pureza, el violeta con el duelo, y el negro con la muerte.
Lo que sucede es que ahora se ha dado un paso más. Existen investigaciones centradas en desarrollar todo un campo de estudio para analizar a fondo los distintos colores y la forma en la que éstos influyen en nosotros.
¿Y qué ha hecho el marketing? Empaparse bien de estos estudios y sacarlos el máximo partido para aprender a aplicar correctamente las tonalidades en los productos, en la publicidad, en los sitios web y en las tiendas físicas, buscando influir en las decisiones de compra de los posibles clientes y, de este modo, conseguir más ventas.
De hecho, aunque no nos demos cuenta, los colores que vemos en los escaparates, en las vallas publicitarias o, simplemente, cuando caminamos por la calle, tienen una enorme repercusión en nuestra psicología y en nuestros hábitos de compra.
Así, especialistas en esta disciplina han llegado a numerosas e interesantes conclusiones como que mientras que los compradores impulsivos responden mejor al rojo, al naranja, al negro y al azul, los compradores que, sin embargo, planean a conciencia sus compras, lo hacen ante el rosa claro, el celeste y el azul marino. E, incluso, se habla de las vinculaciones que hay de algunos colores a sectores profesionales concretos.
Precisamente, de esta fuerte carga de estrategia del color que encontramos en el packaging y en los elementos publicitarios en general -sea el soporte y formato que sea- sabe mucho el Neuromarketing: la aplicación de la neurociencia a la investigación del marketing, detectando los niveles de emoción, atención y memoria que los consumidores tienen ante los estímulos.
Pito, pito, gorgorito… ¿Qué color es más bonito?
Teniendo claro que el color es una herramienta visual clave de la que se valen las grandes compañías para llamar la atención de su público objetivo, es imprescindible conocer la interpretación que el marketing hace de las principales tonalidades.
¡Con ello nos ponemos!
El los próximos post, analizamos a fondo los colores y cómo se interpretan en publicidad en una guía que por aquí hemos llamado ‘Los colores del Marketing’.