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Perdí una apuestajunio 24 Han pasado 10 años. Estaba en una terraza tomando algo con Fer y Gerar, algo que sucedía más antes, como tantas otras cosas. El caso es que yo me debí venir muy arriba y acabé lanzando una apuesta: en una década todo esto (señalando el centro de Valladolid) estará lleno de coches autónomos. Fer dijo que una po**a y que se apostaba algo asqueroso a que nones, algo que repelería a cualquiera de apostar a no ser que estés seguro, segurísimo. No era mi caso pero aún así yo argumenté lleno de razones, como siempre y justo después acepté aquella escatológica apuesta y para mayor seguridad, lo apunté en el calendario*. Cuando haces el gilipollas hay que hacerlo bien. Dice Taleb que si esperas esperar algo en una fecha futura ya estás esperando algo ahora. En 2013 yo no esperaba nada de lo que la vida me ha dado pero esperaba un mundo lleno de coches autónomos. Curioso. Tenemos expectativas sobre cosas que no controlamos pero establecemos como parte de nuestro relato. Nos subimos a las olas de dopamina que nos da imaginar lo que queremos que sea la vida y confiamos nuestras opiniones a un twittero reputado o un periodista hasta arriba de hype. Bastante poco pasa. Como con los incentivos, hay que tener cuidado con las expectativas que siembras. Cualquiera te cree una vez pero a la siguiente la gente sospecha y luego ya todo es una sensación de fraude, de estafa, de dónde está lo que me habían prometido y qué hay de lo mío. El enamorado promete lo que no conoce, las empresas puestos de ensueño y las marcas que este producto, el mío, ha venido a cambiarlo todo. A ver si lo aguanta el calendario. (*) Nota al margen de Fer: Todavía me tienes que pagar la apuesta. La cita del mes Todos admiramos la sabiduría de los que han acudido a nosotros en busca de consejo. Para estar al día
Para leer tranquilamenteEse oscuro objeto de deseo, la publicidad que los gobiernos nacionales o autonómicos reparten a discrección, analizado al detalle en este artículo de El Confidencial con una conclusión: el reparto de publicidad ya es publicidad. Los lugares cambian y se refignifican y lo que antes era un parque ahora es un espacio multidisciplinar. El tercer espacio es ese lugar que cada vez cobra más importancia aunque no se la queramos dar: ese sitio que no es casa ni es trabajo pero en el que estamos. Sierra fue una de las desarrolladoras de videojuegos más emblemáticas de los primeros tiempos de la industria. En esta historia se cuenta su auge pero también su caída y como lo que parecía un sueño casi torna en pesadilla. Para mejorar procesos
Miscelánea
¿Lectura recomendada? No, recomendadísima El hombre que confundió a su mujer con un sombrero Uno clásico que te ayuda a entender la complejidad del cerebro y cómo gobierna nuestras vidas sin que seamos conscientes de ello. Todo, desde la mirada siempre tierna, humanista y delicada de Oliver Sacks. Una joya. 😂 El chorradón Puedes gastarte millones en rodar una película de acción o puedes ponerle una cámara a tu gato y soltarlo por el barrio . |
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Edición y reflexiones locas: Alex Sanz
Diseño e ilustración: