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Mira como mironoviembre 24La vida está llena de cosas que parecen sencillas hasta que te paras a mirarlas bien. En literatura y en cine, por ejemplo, hay algo llamado “Punto de vista”. Dicho así, “punto de vista”, no parece gran cosa: todos tenemos un punto de vista sobre las cosas pero solemos utilizar la frase para referirnos a la opinión que tenemos sobre algo y no tanto a la mirada o, más bien, al lugar desde el que miramos lo que podemos ver de la realidad. Gracias al punto de vista somos capaces de entender a Tony Soprano o Interestellar. El lugar desde el que la cámara mira configura lo que vemos y la colocación de las cosas en el plano compone lo que entendemos. Lo mismo pasa con los libros: si Cervantes hubiera contado El Quijote en primera persona quizá hubiera sido algo más parecido a Leaving Las Vegas. Y eso sería otra historia. Una empresa, una marca, o cualquier organización humana es una cosa y la contraria a la vez. Dependiendo de donde mires ves lo que te dejan ver: una mala organización o un tremendo equipazo. Se dice eso de que en todas las casas cuecen habas para decir a las claras que meigas, haberlas haylas Hay lugares que desde fuera parecen la meca a la que llegar, la empresa definitiva, y que luego, mirados al detalle, resultan ser un entrañable caos. Y al contrario, hay sitios que parecen sacados de la cabeza de un loco pero que da gusto ver trabajar. Depende del lugar desde el que mires y, como en lo cuántico, también de cuando mires: hay semanas en las que todo es un desastre y épocas calmadas en las que todo fluye. Entonces, el trabajo no es mirar. Es saber cuándo y dónde mirar. Contaba el otro día César Astudillo en La Ingobernable que la tragedia del diseño es crear futuros más brillantes de los que puede moldear. No puedes cambiar una empresa desde fuera y por eso los ejercicios de branding son, en su mayoría, una Carta a los Reyes Magos que se cumple o no dependiendo de cómo de alineada esté la dirección. Por eso una marca que perdura es algo más que un logo bonito y una campaña que salió bien. Es una orquesta, sincronizada entorno a unos lugares comunes, a unos lenguajes compartidos, a una narración conjunta que, durante un tiempo al menos, resuena en la mayor parte de la organización. Una marca es un punto de vista, una fotografía congelada de la Dirección en una cena de navidad. Es un recurso para contar una historia: la de un grupo de personas que decidieron hacer algo y, mira tú por donde, lo consiguieron. Depende de donde mires, se parece a Star Wars. La cita del mes La oficina estaba tan vacía como la mirada de un camarero. Para estar al día
Para leer tranquilamenteLos nuevos fármacos contra la obesidad están provocando una revolución dificilmente valorable aún pero este reportaje sobre cómo la industria de los ultraprocesados está viendo virar el barco hacia un mundo más saludable es 👍🏽 En un mundo en la nube donde todo se comparte y evoluciona constantemente agencias y diseñadores ven como su trabajo cambia y muta más rápidamente pero también, más de forma más sutil. Una de esas cosas que aún sabiendo no puedes aplicar como querrías. Estamos preparados para tener razón y a nuestro cerebro le encanta. Pero como muchas de las cosas que le gustan al cerebro, tener razón no siempre es la mejor opción. Para mejorar procesos
Miscelánea
¿Lectura recomendada? No, recomendadísima La crisis de la narración de Byung-Chul Han Una mirada diferente a este mundo obsesionado en contarlo todo, en crear una narración constante o un relato o un universo de cosas y, a la vez, ser consumidor de esos relatos, de esas historias centradas centradas en los me gusta o las visualizaciones. 😂 El chorradón La sutil pero importante diferencia entre diseñadores y desarrolladores. |
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Edición y reflexiones locas: Alex Sanz
Diseño e ilustración: Irene Aguilar