2021-03-30T08:27:12

Lo quiero ahora y lo quiero ya

¡Hola !

Hablábamos el otro día, distendidos, sobre contenidos, podcast y la falta de tiempo que tiene uno para ver toda la buena mierda que hay por ahí lista para ver, leer o escuchar.

Fernando, mi sustituto en estas lides el mes pasado mientras me convertía en un orgulloso y en ocasiones cansado Papá, sostenía que la gente parece estar creando contenido sin ton ni son, rehaciendo cosas que ya están contadas en lugar de pensar en nuevas problemáticas o hablándole al viento en lugar de tratar de establecer relaciones, conversaciones y no tanto “audiencias”.

Y es cierto: hay mucha gente pensando en monetizar cosas y no tanta gente pensando en desmonetizarse. Hay mucha gente pensando en ocupar tu tiempo con actividades y tú, o al menos yo, cada día que pasa tengo menos tiempo para tantas actividades.

Lo quiero ahora y lo quiero ya

En paralelo, en uno de sus últimos Mind Tricks, Hugo Sáez reflexionaba sobre la Tiranía del Ahora, esa constante necesidad de respuestas, de resultados, de inmediatez en cosas que no pueden ser inmediatas.

Vivimos en una época en la que lo único que parece importar es “lo de mañana” aunque los datos demuestren que pensar en el largo plazo es más relevante y beneficioso que el “para ayer” de toda la vida.

Es por eso, como bien dice Hugo Sáez en su newsletter, que los Directores de Marketing no duren de media más de tres años en el cargo y el nuevo que llega, cual Faraón, arrasa con todo lo que hizo su predecesor, agencia incluida.

A todo esto no ayuda que Marketing, como término, parezca estar indisolublemente unido a campañas online que muestran resultados inmediatos en activación de ventas pero que no dejan apenas poso en largo plazo; ni un mísero conocimiento de marca.

Y ahí estamos: en una burbuja en la que creemos que con campañas de publicidad online o una nueva funcionalidad en nuestro software podemos conseguir objetivos como si fueran Badges de un videojuego.

Buscas Brand Loyalty, un poco de Brand Love y algún Ambassador con un banner que interrumpe una noticia relevante o con una foto de stock en Insta tuneada con el Canva en cuatro ratos.

La realidad, en cambio, es que en la mayoría de casos nuestra marca no le importa a nadie aunque a nosotros nos importe muchísimo. En la mayoría de casos, nos compran o eligen por precio, hábito, oportunidad o, como mucho, recomendación.

No persuasión, no fun…

Las marcas y las empresas muchas veces se comportan como ese chaval que se hace YouTuber o ese grupete de colegas que hicieron un Podcast y ahora míralos, cagan dinero. Buscan (las empresas) el rédito inmediato, pensando antes en los beneficios de cada euro invertido en publicidad que en lo que quieren transmitir, en lo que buscan comunicar, en lo que esperan provocar en su público.

Olvidan que ese YouTuber y ese grupete comenzaron algo porque tenían algo que contar y no algo que vender. No se hicieron YouTubers porque existiera YouTube y diera dinero sino porque YouTube les permitió expresar una necesidad que, mira tú por dónde, acabó dando dinero.

En cambio, ahora, hoy mismo en sus empresas, vemos presupuestos enteros destinados a publicar en redes sociales un mensaje al día. Un mensaje al día que no le importa a casi nadie o que mañana ya nadie recordará. Vemos a equipos desgañitándose los cerebelos por más contenido que alimente a una bestia que come enlaces y deja superfluos Me Gustas.

Están, estamos, olvidando los básicos de la comunicación y el diseño, dejando a un lado la persuasión, el mensaje, la utilidad. Estamos haciendo eso en lugar de piezas únicas, que capten no ya la atención sino la interacción. Una campaña bien hecha y no siete que no digan nada.

Nos hemos puesto a correr pensando que a nuestro usuario lo que le gusta es ver que nos movemos, cuando a veces lo mejor es estar callado. Nos hemos lanzado a la carrera de comunicar cosas que ya están comunicadas porque lo otro significa invertir tiempo en análisis, estrategia, narrativa y diseño.

Por eso quizá a los tres años, nos desfondamos y pum, a la puta calle.

La cita

“El sesgo es la forma que tiene la experiencia de manipular la información sin que nos demos cuenta de ello”John Brockman en 
Este libro le hará más inteligente

Para estar al día

Para mejorar procesos

Para no perdértelo

Para leer tranquilamente

El dato

69,3 millones de dólares ha costado un collage en JPG como token no fungible (NFT).

Visto en Actualidad RT

Miscelánea

El chorradón

Encalla tu propio Ever Given en tu calle… ¡O donde quieras! 😂

Edición y reflexiones locas: Alex Sanz

Diseño: Fernando Bedmar

Recopilación y copy: Carmen Álvarez

¡Eh! ¡Lo de las cooooookies!

La vida es eso que pasa entre aceptación y aceptación de cookies. Pero es lo que hay: las necesitamos para saber si presentamos bien lo que hacemos (para que puedas entendernos mejor). Controla o cámbialas en la página de preferencias o lee más sobre nuestra Política de Cookies.

Cookies