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Este año no me lo pierdoHay gente que llega a fin de año y como que le faltan meses. Normal: es diciembre un mes recolocado, que debería estar en octubre pero ahí está, el último de 12 siendo un 10. El significado de las palabras te permite quitarle importancia a las cosas: diciembre significaba 10 porque que era el décimo mes del calendario romano hasta que llegó Julio César, que ahora sería tiktoker pero en su día fue un hombre con ganas de cambiarlo todo, incluido el calendario. El año antes empezaba en marzo, que es como algo mucho más alegre pero Julio César lo daba todo por el business: la guerra se prepara en invierno, se hace en primavera y en verano, si has sobrevivido, vamos viendo. Con lo bien que estaríamos nosotros en marzo. O no. Hace un año Laura nos decía adiós porque necesitaba cuidarse, que es algo que se valora poco hasta que la vida te pone en tu sitio. Nos costó dos o tres meses encontrar a alguien. Fue en marzo cuando apareció Julia y también cuando empezamos a darnos cuenta de que el año iba como un tiro. Tanto que quizá era un tiro de verdad, de los que matan, porque uno nunca sabe ya cuando algo es bueno o demasiado bueno o tan tan bueno que en realidad es mentira y es malo. El caso es que todo iba rápido y bien, taaaan bien que Gerar anunció que iba a ser papá y todos éramos felices excepto porque ya no hay perdices y una paternidad siempre, por suerte, implica baja y una baja es incertidumbre pero al cuadrado, incertidumbre como de a ver qué hacemos. Pero lo bueno de la vida es que somos gente tranquila. O casi. Resueltos a esquivar balazos porque hemos vivido de todo, adelantamos el clásico retiro anual y en agosto lo pusimos todo patas *parriba*. O eso creíamos. De aquella reunión salieron varias cosas interesantes:
En aquellos días de agosto nos metimos a fuego con EOS, un método empresarial que, como todo, conviene tomarse en serio pero no tanto. De aquel piso alquilado en Salamanca surgieron cosas que aún resuenan: decidimos que tendríamos que apostar, que aumentar equipo, que salir hasta cierto punto de nuestra área de confort, si es que hemos tenido alguna vez de eso y comenzar a ser más empresa de lo que somos. Pasamos de ser nueve, que eran los meses que tenía el año antaño a ser 11, que son los meses que tenemos por delante para demostrarnos que tenemos razón. Llegaron a este pequeño rincón del mundo Andrea y Esmeralda y estamos en proceso de convencerlas de lo que creemos: Que podemos crear un lugar en el que desarrollarnos profesionalmente sin destrozarnos la vida en ello. Que podemos construir un espacio creativo basado en el respeto, la confianza en los demás y el buen trabajo. Y que podemos hacerlo un poquito más grande sin perder lo que nos hace únicos. No es moco de pavo pero tenemos un año por delante y en un año pueden pasar mogollón de cosas. Quizá demasiadas. ¿O no? La cita del mes Sólo si nos tomamos el tiempo necesario, seremos capaces de gestionar la buena vida. Para estar al día
Para leer tranquilamente¿El exceso de información al que estamos expuestos en las redes influye en el desarrollo de cómo nos vemos a nosotros mismos? Casi nada.
Liderar en la Edad de la Transparencia En un mundo en el que todo se sabe y se retransmite… ¿Cómo conseguir liderar equipos desde una perspectiva transparente y efectiva? Un reportaje espectacular y lleno de datos sobre las canciones que han alcanzado el número 1 en los últimos 40 años. Para mejorar procesos
Miscelánea
¿Lectura recomendada? No, recomendadísima
Empieza con el porqué, de Simon Sinek Quizá una de las cosas más fáciles de aprender y más difíciles de comprender. En el porqué de las marcas se encierra su alma, que es como decir su diferenciación. Es eso que muy pocas tienen pero todas dicen tener. Un santo grial difícil de fingir. Este libro, es una manera de comenzar a entender que hay un porqué más allá de lo obvio. Una joya. 
Si quieres hacerte un poco el Grinch estas Navidades (¿quién no?) esta canción está hecha para ti |
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